lunes, 12 de julio de 2010

EL TRAVESTISMO COMO ENFERMEDAD PSICOGÉNICA


La Medicina es una de las profesiones que más desactualizada se encuentra, y transforma en víctimas de su ignorancia a quienes debería curar. Mientras tanto, el Derecho mira para otro lado.

Según el Diccionario de la Real Academia, travestido significa, lisa y llanamente, “disfrazado o encubierto con un traje que hace que se desconozca al sujeto que lo usa”, y travestir, “vestir a una persona con la ropa del sexo contrario”.

Con respecto a transexual, dice que es “la persona que mediante tratamiento hormonal e intervención quirúrgica adquiere los caracteres sexuales del sexo opuesto”.

Otros diccionarios consultados, como el enciclopédico ilustrado Clarín o el Larousse, no dejan ningún margen de duda al concepto: transexual es la persona que ha cambiado de sexo mediante una intervención quirúrgica (?).

De acuerdo a los descubrimientos sobre la mente humana, dadas a conocer al mundo por el científico y humanista norteamericano L. Ronald Hubbard, plasmados en su libro Dianética, la ciencia moderna de la salud mental —y de los que la Medicina aún no se dio por enterada— estas descabelladas definiciones deben ser revaluadas:

Travesti: “Persona (hombre o mujer) que en virtud de una enfermedad psicogénica (erróneamente llamada “psicosomática”) provocada por engramas se siente compulsionada a vestirse con la ropa del sexo opuesto y a adoptar sus costumbres”. La compulsión también puede tener origen genético (karmático) o egoico.

Transexual: “Persona que mediante tratamiento hormonal e intervención quirúrgica ha adquirido la apariencia del sexo contrario”.

Afortunadamente para la supervivencia de la raza, es imposible el cambio de sexo por medios quirúrgicos —aunque sí es factible hacer un remedo o una parodia de él— y tampoco existe el sexo psicológico real como distinto del sexo físico.

Lo que sí hay trastornos mentales (hoy absolutamente curables) de naturaleza tan aberrante que pueden hacerle creer a una persona que su orientación sexual se contradice con su anatomía.

Si el travestismo ya es de por sí un anacronismo, el transexualismo o cambio de sexo es un crimen de lesa humanidad.

Incluso si el travestismo tuviera un origen genético, esta circunstancia no modificaría un ápice el hecho de que el travesti es un hombre y no una mujer.

Esto es así porque lo que hace que un ser humano sea hombre o mujer es el gen, los cromosomas finales. La mujer es "XX" y el hombre "XY". Un travesti es "XY", y por lo tanto es hombre, porque tiene los genes de un varón.

La opción “ni hombre ni mujer, travesti”, por lo tanto, es tan falsa como decir “ni hombre ni mujer, lobisón”.

Cabe preguntarse cuál debería ser la actitud a asumir por un travesti que comprobara que su trastorno no es engrámico (curable) sino genético (incurable).

Cualquiera sea la respuesta —en definitiva sólo el propio travesti puede dársela—, ninguna duda cabe que la más disparatada sería optar por el transexualismo e ir de prisa al cirujano para que le extirpe los genitales para "cambiar de sexo" (algo tan imposible como transformar a un belicoso rinoceronte en una tímida gacela).

El sexo está determinado por la acción de una pareja de cromosomas. Por ejemplo, una mujer tiene 23 pares de cromosomas, y los componentes de cada par son muy similares. Sin embargo, un varón tiene 22 pares iguales de cromosomas y uno con dos cromosomas diferentes en tamaño y estructura. Los 22 pares de cromosomas semejantes en mujeres y en hombres se llaman autosomas. El resto de los cromosomas se denomina, en ambos sexos, cromosomas sexuales. En las mujeres los dos cromosomas sexuales idénticos se llaman cromosomas X. En el hombre, uno de los cromosomas sexuales es también un cromosoma X, pero el otro, más pequeño, recibe el nombre de cromosoma Y. Cuando se forman los gametos, cada óvulo producido por la mujer contiene un cromosoma X, pero el espermatozoide generado por el hombre puede contener o un cromosoma X o uno Y. La unión de un óvulo, que siempre contiene un cromosoma X, con un espermatozoide que también tiene un cromosoma X, origina un cigoto con dos X: un descendiente femenino. La unión de un óvulo con un espermatozoide con un cromosoma Y da lugar a un descendiente masculino.


"Genética", Enciclopedia Microsoft Encarta 99.

2 comentarios:

  1. El travestismo es una manera de expresar la ansiedad y la incapacidad de poder tener, y disfrutar de una relación con su compañera; una de las evidencias es que siempre procuran usar prendas en oculto, y recibir afirmación, y aceptación; y al no hallar esto procuran siempre una vía de escape como es la autogratificasion.
    Una manera eficaz de superar estos sentimientos, es poderse aceptar tal como se ve, como Dios lo creo; reconocer que cada persona tiene una dignidad y un valor sobrenatural, que con nada ni con nadie se puede comparar. Somos individuos únicos, y debemos aprender a valorarnos, amarnos y respetarnos a nosotros mismos. Ignorando, y perdonando los abusos que otros intenten tener contra cada persona. Prefiero creerle a Dios que me tiene en alta estima, y que me considera muy valioso; y no a un aparecido que procura subyugarme con maltrato y abuso queriendo dañar mi identidad y mi dignidad. Algunos pretenden valorar a las personas por su formación académica, por su "belleza", por su buen nombre o su capacidad económica. Somos valioso por el solo hecho de ser SERES HUMANOS, CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA CON DIOS; aunque en algunas ocasiones no nos comportemos con la dignidad que se nos ha otorgado. Pero podemos rectificar y renunciar a esa vida de esclavitud y de ansiedad, y llenarnos de dignidad integridad y libertad.

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  2. Vi unas fotos de mi esposo vestido de mujer. Quiero y trato de entender pero es demasiado para mí.

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